Una revisión sistemática reciente que aparece en la Journal of Functional Morphology and Kinesiology (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC10532323/), evalúa los efectos del uso de la pistola de masaje sobre el rendimiento y la recuperación tanto en el contexto clínico como deportivo. La revisión se realizó mediante fuentes de datos que hubieran evaluado el uso de la pistola en individuos sanos y no sanos, pre y post-actividad y también como parte del tratamiento en diferentes dolencias. Para la discusión y comprensión de los diferentes resultados encontrados se evaluaron diferentes temas principales, rendimiento, recuperación, mecanismos fisiológicos, orientaciones prácticas, efectos adversos y contraindicaciones.
Para entrar en contexto, la pistola de masaje utiliza la terapia de percusión o vibración, a través del movimiento rápido de la punta y va encaminada a movilizar los tejidos miofasciales que se encuentran bajo la piel. En cuanto al tipo de punta más eficaz, la frecuencia y amplitud más adecuada o el tiempo de aplicación no hay consenso que muestre cual es la mejor estrategia.
Los mecanismos fisiológicos responsables de los efectos de las pistolas de masaje no se comprenden con exactitud, teniendo en cuenta la evidencia actual parece que la respuesta a la vibración o percusión genera un estímulo a nivel neuronal (estímulo de mecanorreceptores cutáneos y miofasciales aferentes), vascular (aumento de flujo sanguíneo a los tejidos circundantes) y mecánico (trasferencia de la vibración a través de las fibras musculares que podría disminuir la rigidez percibida) que podría explicar los efectos que la persona que usa el dispositivo nota tras su aplicación.
En cuanto a los resultados obtenidos en esta revisión, parece que cuando se evalúa el rendimiento las pistolas de masaje parecen ser eficaces para mejorar el rango de movimiento y la flexibilidad, e ineficaces para mejorar la fuerza, el equilibrio, la aceleración, la agilidad y las actividades explosivas. Si en la recuperación nos basamos, el uso de la pistola parece ser eficaz para mejorar la recuperación a corto plazo no así a medio o largo plazo donde no hay estudios que muestren su beneficio.
Como práctica la revisión propone que, para la recuperación, la evidencia nos muestra una aplicación de la vibración en períodos prolongados (>2 minutos) con una frecuencia de vibración baja (<40 Hz). Para la mejora del rango articular y la flexibilidad se debe aplicar en tiempos breves (<2 minutos, por grupo muscular) y con una frecuencia alta (>40 Hz). No se recomienda el uso de la pistola de masaje previa a una actividad de fuerza, sobre todo explosiva, ya que podría tener efectos sobre el rendimiento muscular. Como norma general, el uso de la pistola de masaje se hará con una presión suabe (no dolorosa y tolerable), de una forma dinámica en su cadencia y con el aplicador en forma de bola (“si el dispositivo dispone de él”).
No hay que dejar de hablar de los efectos adversos y contraindicaciones que puede tener la pistola de masaje, aunque a priori se considere como segura, habrá que seguir ciertas recomendaciones de uso, o de no uso en este caso, como serían patologías de la piel donde se aplique la técnica, zonas donde haya habido una lesión ósea reciente, o patología ósea que genera debilidad y posible rotura del tejido óseo, zonas sensibles del cuerpo como cara anterior del cuello, ojos, etc. Para estos casos el sentido común de no usarlo en situaciones donde genera dudad su aplicación será más que suficiente para que se obvie su uso.